Frente a otros personajes que como en la novela de Margaret Mitchell el primer viento las hace desaparecer, «Los Picapiedra» siguen ahí haciendo pasar momentos divertidos a distintas generaciones.
¿El secreto de su éxito? Sus historias tienen un punto que divierte a los adultos y que sorprende de manera grata a los chiquilines de la casa.
Ese es el gran misterio de esta serie que comenzó sus emisiones hace ahora cincuenta años y que fue una de las grandes apuestas y retos de Bill Hanna y Joseph Barbera, los creadores de «Tom & Jerry».
Sin faltar al respeto Pedro, Pablo, Vilma, Betty con sus historias mostraron una divertida visión de la clase media, tomándose sus creadores todas las licencias, para cómo decimos mostrarnos como era la vida en una hipotética pequeña ciudad de la Edad de Piedra y de sus habitantes.
Utensilios de plena actualidad
Quién no recuerda es «Pick-Up» o tocadiscos cuya aguja es unresignado pájaro carpintero o ese triturador de basura que no es otro que un pelícano, o un pequeño triceratops que es cochecito de golf.
Si Pedro tenía problemas con la ducha todas las culpas recaían en la trompa de un peludo mamut.
Pedro Picapiedra fue un visionario y se convirtió en Pedro Verne (como Julio) ya que hace 50 años ya usaba móvil. El único inconveniente en que en lugar de batería este funcionaba con alpiste ya que se trataba de un pajarillo de gran pico.
Hace 50 años...
Pocas series de animación han conseguido tanta popularidad en los cinco continentes como «Los Picapiedra». Desde 1960, la ciudad de Rocadura se ha convertido en un escenario cotidiano para las alocadas historias de dos familias muy especiales.
A lo largo de estos 50 años todos los que han seguido las andanzas de «Los Picapiedra» siempre han tenido dos misterios sin resolver, uno nadie ha podido saber exactamente cómo se gana la vida el pequeñín Pablo Mármol.
¿El secreto de su éxito? Sus historias tienen un punto que divierte a los adultos y que sorprende de manera grata a los chiquilines de la casa.
Ese es el gran misterio de esta serie que comenzó sus emisiones hace ahora cincuenta años y que fue una de las grandes apuestas y retos de Bill Hanna y Joseph Barbera, los creadores de «Tom & Jerry».
Sin faltar al respeto Pedro, Pablo, Vilma, Betty con sus historias mostraron una divertida visión de la clase media, tomándose sus creadores todas las licencias, para cómo decimos mostrarnos como era la vida en una hipotética pequeña ciudad de la Edad de Piedra y de sus habitantes.
Utensilios de plena actualidad
Quién no recuerda es «Pick-Up» o tocadiscos cuya aguja es unresignado pájaro carpintero o ese triturador de basura que no es otro que un pelícano, o un pequeño triceratops que es cochecito de golf.
Si Pedro tenía problemas con la ducha todas las culpas recaían en la trompa de un peludo mamut.
Pedro Picapiedra fue un visionario y se convirtió en Pedro Verne (como Julio) ya que hace 50 años ya usaba móvil. El único inconveniente en que en lugar de batería este funcionaba con alpiste ya que se trataba de un pajarillo de gran pico.
Hace 50 años...
Pocas series de animación han conseguido tanta popularidad en los cinco continentes como «Los Picapiedra». Desde 1960, la ciudad de Rocadura se ha convertido en un escenario cotidiano para las alocadas historias de dos familias muy especiales.
A lo largo de estos 50 años todos los que han seguido las andanzas de «Los Picapiedra» siempre han tenido dos misterios sin resolver, uno nadie ha podido saber exactamente cómo se gana la vida el pequeñín Pablo Mármol.
Hoy como se puede apreciar en google tambien se han acordado de ellos.